Alimentación Saludable

  • Alimentación saludable

 Rehacer nuestra alimentación de la manera más saludable posible – ¿Por qué no intentarlo? – y según las últimas recomendaciones nacionales e investigaciones internacionales. De la mano con la evidencia.

 

En general, una alimentación saludable incluye todo tipo de alimentos. Y con esta afirmación me refiero a “alimentos naturales”: lo cosechado, otras especies vivas o productos que crecen de forma natural. Queriendo hacer una separación de todo aquello que es creado industrialmente como gaseosas, galletas envasadas, papas envasadas, conservas, salsas embotelladas o enlatadas y alimentos por el estilo (entiéndase todo aquello envasado o empaquetado, que nosotros podríamos cocinar o preparar con paciencia en nuestra cocina).

Y junto a esto, es importante considerar la forma en que preparamos la comida, como cocinamos. Un alimento puede ser súper beneficioso (con muchos nutrientes, vitaminas, calidad de grasas) pero si lo preparamos de forma incorrecta (friéndolo o integrando mucha grasa) nuestra preparación perderá calidad de nutrientes, y por lo tanto ya no será tan saludable.

 

Una alimentación saludable incluye masas y cereales (por ejemplo pan, fideos, quinoa, chuño, maicena, arroz, papa, entre muchos otros), legumbres (garbanzos, lentejas, porotos), frutas, verduras, carnes (idealmente las de menor contenido graso), pescados…Es decir ¡comer de todo! Pero entender cuándo hacerlo, qué diferencia un alimentos de otro, saber escoger según sea más conveniente para nuestra salud. Siempre podemos continuar mejorando, no hay solo una forma de hacerlo (los detalle como esto hacen la gran diferencia al final del día).

Para nosotros, una alimentación saludable incluirá más verduras, al igual que alimentos “enteros”. Y por “enteros” me refiero: conservando la cáscara cuando corresponda (algunas verduras, la mayoría de las frutas o las papas), o prefiriendo cuando se pueda, la versión integral del mismo (panes integrales son mucho más beneficiosos respecto al pan blanco, sean los de molde o la marraqueta/hallulla) o frutos secos. Aquellos alimentos que pueden comerse “sin procesarse” o con un “mínimo de procesamiento”.

 

Hasta ahora, esto NO INCLUYE snacks envasados o aperitivos envasados, o comida rápida ¿verdad?

Pero ¡no se asusten! Que comencemos a modificar nuestra forma de alimentarnos no significa que nuestra alimentación dejará de ser sabrosa.

Por ejemplo, una hamburguesa o croqueta casera no es menos sabrosa que una hamburguesa comprada en los grandes locales de comida rápida. Comer pollo o carne al horno junto a verduras o papas asadas en aceite de oliva, no es menos sabroso que esa hamburguesa con papas fritas (con alta cantidad de sal y grasas). Aquí encontraremos la forma de hacer que todo continúe siendo apetecible, tanto para la vista, olfato y gusto. Lo realmente sabroso que esta comida puede ser no se lo imaginan.

No existe mejor momentos que el de ahora para comenzar a hacer este cambio. Cambiemos tu dieta, no tienes nada que perder –quizá sólo unos cuantos kilos que te están molestando, alguna mejora en tu presión sanguínea o cantidad de colesterol en tu organismo-.

 

  • Sobre alimentos y nutrición

Carbohidratos, proteinas y grasas…¿Nos suena conocido?

De alguna forma estas palabras se han masificado entre la población (“Yo no como nada con carbohidratos”, “come más proteínas” o algo por el estilo es fácil de escuchar en una conversación de vez en cuando). Pero ¿Qué es y qué hacer con ellos?

Para la sorpresa de algunos, estas tres palabras son IGUALMENTE IMPORTANTES  en nuestro organismo, para vivir y para nuestra salud. Se diferencian sólo en la cantidad que hay que comerlos.

¿Qué son? Estas tres palabras se refieren a NUTRIENTES. Y los nutrientes están dentro de los alimentos, contenidos en ellos. Existen alimentos que contienen estos tres nutrientes a la vez, otro a veces sólo contienen a dos, y así.

Lo importante que tenemos que entender, es que carbohidratos, proteínas y grasas pueden estar dentro de los alimentos (los alimentos son el vehículo para que los nutrientes entren a nuestro cuerpo) quizá los carbohidratos en mayor cantidad que la proteína, o viceversa. Dependerá de qué alimentos estemos hablando. Y será importante identificar cuándo hay más de uno u otro, para poder escoger e identificar qué alimento es más saludable cuando lo comparemos (por ejemplo, al comparar dos carnes, será mejor escoger aquella que tenga menor cantidad de grasa).

 

Una dieta saludable no comienza con una drástica disminución de alguno de ellos, ya que todos tienen un rol importante para nuestra salud y superar el día a día. Ellos tres son llamados “Macronutrientes” ya que el cuerpo los necesita en mayores cantidades durante el día (lo contrario a las vitaminas y minerales, que son llamados “Micronutrientes”, ya que con cantidades mucho menores nuestro cuerpo ya tiene lo necesario para estar feliz durante el día).

 

La clave es no eliminar ninguno, pero escoger la mejor fuente de todos ellos. Para esto, una de las mejores opciones es comer de forma “entera”, o natural, la mayor cantidad de alimentos posibles. Los alimentos enlatados, las salsas están “bien” (hagamos énfasis en las comillas) pero podría ser mejor. No me refiero a que se coma todo crudo tampoco. Sino que agreguemos la mayor cantidad de ingredientes «naturales»: comenzar con las verduras, frutas, granos, pescados, huevos, aves sin cuero, agreguemos especias y hierbas (orégano, pimienta, comino, cúrcuma, cebolla, ajo, ¡un mundo de posibilidades!). Y de ser necesario, vamos viendo si necesitamos el resto de aliños envasados.

 

Recordemos tres puntos importantes:

  • No eliminar ningún nutrientes, hay que saber qué alimento es mejor.
  • Aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal (sí, más verduras, frutas, legumbres, tubérculos, granos enteros. Esto en vez de carne durante algunos días a la semana, siempre será más saludable)
  • Limitar las calorías, para no ganar peso extra. Puedes avanzar para leer sobre esto clickeando aquí.

 

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